Resaca post olimpica

Por fin! Se acabaron las olimpiadas, por lo menos las chinas o por lo menos hasta dentro de cuatro años. Por fin ponen más cosas en la tele además de los deportes en los que ganan los locales (aunque casi es peor), por fin la gente habla de algo que no es el número de medallas que ha ganado china o su país de origen o el ranking de medallas o... bueno, el caso es que por fin se ha dejado de hablar de deporte.

No he estado en España mientras se han celebrado las olimpiadas, así que lo que sé de la opinión de los españoles respecto a las mismas lo sé de oidas (corrijanme si me equivoco). Por lo visto, durante estas olimpiadas también ha reinado en nuestro querido país el deporte nacional, la crítica por deporte. Es decir: no tengo ni idea de lo que estoy hablando pero voy a opinar porque las opiniones son como los culos, que todo el mundo tiene una y como las opiniones buenas no tienen interés alguno pues voy a hablar mal que parece que la gente me escucha más. Y todo eso así, sin casi respirar. Sin un puntito o una coma que nos de tiempo a reflexionar porque si no, quizá nos daríamos cuenta de que joder por joder no tiene sentido. No beneficia a nadie. Ni siquiera nos hace sentir mejor.

Así que por lo visto nos hemos pasado las olimpiadas jurando en hebreo por el poco respeto que tienen en China a los derechos humanos y porque pobres tibetanos que los han matado como chinches y porque pobres niñas chinas que las hacen competir sin ni siquiera tener la edad. Todo esto por lo que hemos leído en nuestros medios de comunicación imparciales y no sesgados.

Pues siento romper la burbuja de seguridad absoluta que nos rodea pero no, ni todos los tibetanos son unos pobrecitos, ni todos los chinos unos cabrones, ni China es tan mala tan mala (para hacerse una imagen relativa de lo mala que es China, ver Estados Unidos). Muchos chinos han muerto a manos de tibetanos. Muchos chinos han muerto por la falta de escrúpulos de occidente (fabriquemos barato a cualquier coste humano). Y han hecho muchas cosas mal, pero nadie les habrá oido quejarse.





Disfruten del viaje.


PD: A petición popular recuperamos nuestra sección una palabra china al día da alegría.

Vocabulario de hoy:

wai xing ren (lease guaysin ren) - extraterrestre, persona de otro planeta.

olores

Iba a escribir sobre la polémica que se ha creado en torno a la foto en la que los componentes del equipo español de baloncesto están tirando de las comisuras de los ojos para achinárselos. Pero paso. Es una solemne chorrada. Por culpa de los americanos, que aquí no les preocupaba nada....

En fin, a lo que íbamos. El ser humano tiene una memoria olfativa importantísima a la que apenas presta atención. A mi por alguna razón casi todo lo que huele me recuerda a algo de manera consciente.

Los olores en Shangai son un mundo aparte. Aquí huele mucho a polución, a comida (a comida rara, no a cocido de la abuela), a la porquería que hay por la calle, a pedo de mono... y otras mil cosas que aunque enumere no significarían mucho para nadie porque la memoria olfativa es muy personal e (como las tarjetas de crédito) intransferible (por lo indescriptible de su naturaleza). Pero cualquiera que haya estado en China recordará la miríada de olores extraños que no te recuerdan a nada y que te impactan constantemente.

El otro día me sorprendí a misma recordando una situación con agrado a consecuencia de un olor y pensé, debe ser que esto ya es casa.




Disfruten del viaje.


PD: Es agradable ver comentarios por aquí, así que si entras y lees esto, ¡deja un comentario!

PPD: ¿Recupero la sección de palabras en chino?

Especial Ivan

Para los fans del rock 70-80 y los que creen que nacieron demasiado tarde...

El tema del mes

Como no podía ser de otra manera, son los juegos olimpicos. Vi la ceremonia de inauguración en la tele y la verdad es que se me pusieron los pelos como escarpias. Después, he ido descubriendo que hubo mucha mentira y mucho fake. Me han contado (pero no he contrastado, asi que no se si es verdad), que los pasos de gigante que se acercaban al estadio al inicio de la ceremonia sólo fueron reales en la tele. Parece que en la vida real era demasiado complicado que la idea saliera bien así que lo hicieron por ordenador. Tampoco la niña que cantaba era verdad. Hacia playback. La que cantaba tenía los dientes rotos y no era tan mona así que no la sacaron.

¿Y pensarían que no nos ibamos a enterar? En realidad, creo que les da igual.

Para todo esto y mucho más (y por una vez, real como la vida misma):

Martín Xiaobao en Soitu.es

y para detalles curiosos y otras chuminadas olimpicas/shangainesas y de otras indoles:

Noiblau.com




Disfruten del viaje.

Prensa

En este artículo del pais [1] el autor retrata una China superliberal en la que los estudiantes universitarios alquilan habitaciones de hotel por horas todos los días como si esto fuese jauja. No digo yo que esto no ocurra, nada más lejos de mi intención. Esto ocurre, en tanto que China es un país cerrado pero que está abriéndose a la fuerza porque no se puede censurar todo.

Pero esta no es la norma. La mayoría universitarios chinos no son tan aventurados, la gente no suele darse besos por la calle y menos hablan de sexo así tranquilamente. Menos mal, que se supone que este tipo se ha documentado o ha investigado o por lo menos se ha pasado por aquí para hacer el reportaje...

Pues esto mismo pasa con todo. Léase Tibet, Nepal, Taiwan...


Disfruten del viaje.



[1]Artículo en elpais.com - Si Mao levantara la cabeza

transporte publico

En Shangai todavía existen los trolebuses para el transporte público. Cuestan 1 o 2 kuai (2 si tienen aire acondicionado) y en realidad, no se diferencian mucho de los autobuses normales. La única diferencia real es el impacto que tienen sobre la ciudad.



Los cables dejan el cielo de esta guisa, sobretodo en los cruces. Cuando aun trolebus se le sale una de las perchas del cable, el conductor/a lo para en medio de la calle y re coloca la percha tirando de una cuerda que cuelga de la misma al efecto. Para cuando esto no funciona, tienen una escalerilla en la parte de atrras del trolebus para subir a hacerlo a mano. Que total, la corriente electrica no mata. China y la seguridad laboral son dos cosas que no deberian estar en la misma frase a menos que la segunda parte de la frase este negada.


Disfruten del viaje.


Nota: Hablando de trolebuses, los que habia en Madrid en los 50 son muy chulos. Siempre habia oido hablar a mi madre de ellos pero nunca los habia visto. Aqui teneis unas fotillos: http://www.geocities.com/trolleytoby/EMadrid.html

La importancia de la lectura en el mundo moderno

Si ya lo decía mi profesor de mates en el cole. Si es que no lees, Silvia, es que no lees.

Reservé un vuelo de Swiss Air Shanghai-Zurich-Madrid para el domingo, porque aunque me hubiera gustado no volver hasta después de las olimpiadas, una tiene que trabajar (pero esta es otra historia). Así que mis amigüitos me llevaron, muy amablemente, al aeropuerto y salí hacia Suiza como a las ocho de la tarde de un día radiante y caluroso de inmenso cielo azul. Aterrizamos en Zurich sobre las nueve y media, me dirigí al mostrador de escalas con la mosca detrás de la oreja. Me acababa de dar cuenta de que en mi billete ponía 12:55, no 00:55. El seco señor suizo que había detrás del mostrador me confirmo mis sospechas, mi vuelo no salia hasta el día siguiente. Cuando le pregunté si había un hotel cerca del aeropuerto donde pudiera dormir me dijo: "La puerta de salida a Zurich está bajando esas escaleras y la terminal principal permanece abierta toda la noche".

Fantástico, acababa de añadir a los suizos, junto con los noruegos y los franceses, a la lista de nacionalidades más desagradables y bordes sobre la faz de la tierra. Y no era el mejor momento para enterarse de semejante detalle. Di vueltas por el aeropuerto buscando un cajero automático antes de aventurarme a la bella y fría suiza en mi vestidito veraniego, ¡¡pero no encontré ni uno!! Decidí que mejor que aventurarme entre suizos alemanes sin dinero a pasar frío, me iba a quedar allí bajo la enorme cristalera del aeropuerto de Zurich, mirando el cielo y los aviones hasta que saliera mi vuelo.

Lo cierto es que no era la única en esa situación y me tumbé en uno de los largos y acolchados bancos de la terminal principal con todos mis trastos a dormitar (bueno, eso los demás, yo a dormir como un osito, que cada uno duerme como lo que es). A la mañana siguiente, cogí mi maldito avión sin problemas y con la delegación olímpica suiza (que raro... si las olimpiadas son en Pekin.... ¿por qué no cogen un vuelo directo?). La duración estimada del vuelo era de diez horas y allí que me acomodé yo en mi asiento al lado de una tenista.

Una película, medio libro, un par de periódicos y un suplemento dominical después, mirando el sistema de entretenimiento personalizado fantñastico de Swiss Air, vi un mapamundi con un punto blanco señalando nuestro destino. Uy, que al norte queda Shangai, que mapa más raro. Cuando aparecieron los letreritos que indicaban las ciudades señaladas en el mapa me dí cuenta de por qué Shangai estaba de repente tan al norte. Porque era Pekin.

A las cinco de la mañana, después de 3740925093485 horas de viaje, aterrizamos en Pekin y tuvimos que pasar el control de pasaportes ya que las autoridades chinas obligan a que este trámite se realice en la primera ciudad que pisa el avión (incluso para la tripulación). Una hora y media después estaba despegando en el A340 que me había traído de Suiza con otros cinco pasajeros a bordo dirección Shangai.

El por qué Swiss Air decidió que comentarles a sus pasajeros con destino Shangai que durante las olimpiadas sus vuelos iban a hacer escala en Pekin no era una buena idea, no lo acabo de tener claro.

Quizá si me hubiera dado por calcular el número de horas de vuelo que ponía en mi billete me hubiera dado cuenta de que no es posible salir de Madrid a las ocho de la tarde de un día y llegar a Shangai a las nueve de la mañana del día siguiente.

Quizá mi profesor de mates (y mi madre), tenían razón. Es que no lees, Silvia.